Entendemos por «fusión» la unión de intereses distintos, por
ejemplo, la de dos empresas que compiten en la venta de un producto similar. Ahora bien, si nos atenemos a la definición de
<cultura» que hemos aceptado, la fusión de dos culturas será la
resultante de la unión de sus respectivos e individuales proyectos de vida, es decir, un único y nuevo proyecto de vida en el que
participarían los miembros del grupo formado por los hasta entonces distintos y antagónicos grupos, y la cuestión es, entonces,
si eso fue lo que ocurrió al entrar en contacto los europeos y los
pueblos indígenas americanos.
Con toda evidencia se trata de una cuestión histórica y serán
los testimonios pertinentes los que proporcionen la respuesta. No
será menester, sin embargo, embarcarnos en el pormenorizado
examen de los hechos, porque bastará acudir al conocimiento común que se tiene acerca de ellos. Y, en efecto, ... nadie podrá de buena fe negar la evidencia de que aquel
contacto, lejos de ser el de una unión de intereses o más puntualmente dicho, lejos de ser la unión de los respectivos sistemas de ideas y creencias que constituyen lo que se designa como «proyecto de vida» fue el que ocurrió al impacto de una empresa conquistadora y colonizadora dirigida contra los pueblos indígenas por
parte de las potencias europeas. Una empresa, para decirlo de otro
modo, de apoderamiento cuyo propósito fue, en términos generales, trasplantar su civilización o si se prefiere, realizar una
nueva Europa en esa cuarta parte de la Ecúmene que fue bautizada con el nombre de América.
Pero si esa fue la índole y finalidad del contacto entre
europeos y los pueblos autóctonos americanos es obvio que no
cabe hablar con propiedad ni siquiera con semblanza de veracidad de una «fusión» de las dos culturas que vamos considerando, porque como mostraremos más adelante, la implantación de
la nueva Europa en América implicó, como condición necesaria,
el rechazo de las culturas indígenas en cuanto tales, es decir, borró la posibilidad misma de una fusión entendida en los términos en que venimos empleando ese vocablo.
Vamos a concluir, entonces, que al no haber esa fusión que
tan a la ligera y tan sin conciencia de su significado se dice que hubo ese «mestizaje cultural», mero fantasma
en la mente de su inventor y el quimérico producto de una historia-ficción que quiere disfrazarse de verdadera historia.
Obra: La falacia histórica de Miguel
León Portilla - sobre el «encuentro del Viejo y Nuevo Mundos»
Autor: EDMUNDO O’GORMAN
ACTIVIDAD:
1. Lee con atención el texto “FUSIÓN O IMPOSICIÓN EUROPEA EN AMÉRICA”, encuentra las ideas principales y si hay alguna palabra cuyo significado no conoces busca en el diccionario para comprender mejor el texto.
Con estas ideas principales y palabras cuyo significado ya conoces, escribe un nuevo texto dando a conocer el título que corresponda a su comentario (tema principal) argumentos ( tu punto de vista y opinión personal) y la conclusión.
2. Requisitos para la redacción: Su trabajo debe estar redactado en arial 12, justificado, interlineado 1.15, sin sangría, en dos párrafos. Sin imagen.
Fecha de envío: Hasta el 08 de diciembre 2019 (2° A,B, C, D, G y H, )