Concluida la batalla de San Juan, los chilenos remataban a los
peruanos heridos y asesinaron a un grupo de bomberos italianos que apagaban los
incendios en Chorrillos.
El marino inglés William
Acland relata el holocausto peruano y el desenfreno chileno en Chorrillos.
“Casas, muebles y objetos eran destruidos, mujeres violadas, civiles inocentes
asesinados. El cementerio se volvió un lugar donde soldados beodos celebraron
orgías y hasta llegaron a desenterrar cadáveres de sus tumbas... El olor de los
muertos y del incendio resultaba irrespirable. Entre aquellos estuvo un médico
inglés de ochenta años, asesinado delante de la casa del ministro (embajador)
de su país. En la misma noche comenzó a arder la población de Chorrillos; el
incendio prosiguió por tres días. La destrucción fue sistemática. El 14 fue
incendiado Barranco.”
El diario El Mercurio de
Santiago, dijo el 24 de marzo de 1881, que en esos actos de barbarie chilena
murieron entre 300 a 400 soldados invasores. Los chilenos que pagaban con sus
vidas sus abusos y crímenes en las casas de civiles. Horas después el coronel
Cáceres propuso a Piérola, atacar en ese momento de borrachera de los chilenos
pero el dictador se negó.
INCENDIO Y BORRACHERA
Sobre el salvajismo de los invasores en Chorrillos el político
chileno Manuel José Vicuña escribió en su folleto titulado Carta Política,
impreso en Lima en 1881 para criticar la actuación del general Baquedano:
“Recuerdo que, con el ministro de Guerra, hacíamos esta reflexión: ¡Cómo nos
iría esta noche, si los peruanos, con un poco de audacia, vinieran a atacarnos
en número de cuatro mil hombres, sólo de cuatro mil! Todo esto se lo llevaba el
diablo, me decía el ministro y la obra de Chile se perdería miserablemente en
una hora..”.
En el campamento peruano
se hablaba de lo mismo. El coronel César Canevaro le decía a Piérola: Con mi
fortuna y con mi vida le respondo a usted de que esta noche doy cuenta de los
chilenos si me confía cinco a siete mil hombres para ir a sorprenderlos…” Pero
el dictador jamás tomó ninguna decisión acertada.
El marino Theodorus
Mason dice sobre los combatientes peruanos: “ estaban pobremente vestidos y
peor calzados, a muchos regimientos se les había dejado que se consiguieran
zapatos por sí mismos del cuero del ganado que se les daba para comer...”.
El diplomático argentino
Dámaso Uriburu, dice:”Las tropas -peruanas- eran de indígenas quienes habían
sido reclutados en las cordilleras y casi forzados a luchar… cientos de ellos
nunca habían visto antes una ciudad”. En Miraflores murió combatiendo el niño
mártir peruano Manuel Bonilla (13) y Néstor Batanero (14) en San Pablo en 1882,
Augusto y Enrique Bolognesi hijos del Héroe de Arica entre otros.
MÁS DE 50 MIL VOLÚMENES A CHILE
El saqueo de Archivo y Biblioteca
Los chilenos ingresaron a Lima el 17 de enero dos días después
de las batallas y el coronel chileno Lagos, fue designado Gobernador de Lima,
tomando como residencia la Biblioteca de Lima, que fue saqueada por orden suya
e incendiada después.
Lagos, procedió al
bárbaro saqueo de la Biblioteca Nacional y enviar grandes cargamentos de libros
a Chile. Miles de legajos fueron destruidos y millares de documentos
desaparecieron.
Desaparecieron del
Archivo Nacional del Perú más de veinte mil documentos y expedientes, legajos,
libros y protocolos, entre los que destacaban, documentos de la Inquisición de
Lima, (El chileno T. Medina ha firmado este tema como suyo), las
Temporalidades, Temporalidades de Jesuitas, Cajas Reales, Aduanas, Real Tribunal
de Cuentas, Real Audiencia del Cusco, Caja de Censos y Tabacos y muchos más de
la etapa colonial. Solo una parte mínima del botín ha sido devuelta en años
pasados por Chile.
Lagos, también ordenó
desvalijar la biblioteca y los gabinetes de ciencias de la Universidad de San
Marcos, piezaa.s artísticas de museos y hasta el mobiliario y finísima sillería
del Congreso.
Elaborado y compilado por el Lic. Santos Mendoza Garcia.
ACTIVIDAD: Hacer un comentario crítico del texto “LUEGO DE LAS BATALLAS DE SAN JUAN Y MIRAFLORES.”
Recomendaciones: Su trabajo debe estar redactado en arial 12, margen normal, justificado, interlineado 1.15, sin sangría, como mínimo 2 párrafos.
Fecha de envío hasta el: 4º “A” y “B” 10 de julio del 2016